Fue sorprendente ver en la charla TED de Benjamin Zander su capacidad para “conmover” al público. Es interesante fijarse en cómo llama la atención y enfatiza las ciertas partes, y cómo usa las historias para hacer la charla inspiradora y emotiva.
Sus historias están destinadas a emocionar a la audiencia, lo que hace que su impacto sea mucho mayor.
Es una muestra de cómo el liderazgo se trata de mover a otros a que actúen. Para ello, nada funciona mejor que apelar a las emociones con historias y comunicar de una forma vívida e intensa que enfatice sobre los mensajes importantes.
“(Con)muévelos” para que se muevan y actúen. “Muévelos” para que adquieran una nueva perspectiva que les permita ver nuevas posibilidades. “Muévelos” porque las emociones hacen que las ideas sean memorables y contagiosas.
Es realmente inspirador que el mensaje venga de un director de orquesta. Porque los artistas justo tratan de eso: de “mover” a la gente, de crear emociones que cambien las perspectivas y transformen la forma en que el público ve el mundo.
Ese es el inmenso poder de las Artes. Historias, música, pinturas, fotos, películas, incluso charlas TED, todos ellos pueden tener efectos profundos en la sociedad cuando tocan a las personas y alteran la forma en que percibe un problema o una realidad.
El arte descubre nuevas perspectivas cuando lleva nuestra atención a descubrir determinados detalles inadvertidos, o a apreciar esas diferencias sutiles que resulta marcan la diferencia.
¿Cómo sabes si los estás moviendo? Puedes verlo en sus ojos brillantes.
“¿Quién soy yo para que los ojos de mis hijos no brillen?” dice Benjamin Zander en su TED talk in 2008