Confesiones de un Postre Traicionero
Querido Diario: Hoy, como en un cuento malvado de postres encantados, sucumbí una vez más a la sirena de la tarta de queso horneada, seductoramente acompañada por helado de mango. ¡Ah, la tentación! No obstante, la dulzura del momento se desvanece pronto, como por arte de magia oscura, cuando la amalgama previa de sushi, noodles y rollitos de pato laqueado decide manifestarse con toda su fuerza. Unos minutos después de la indulgencia, mi cuerpo empieza a sentirse como si hubiera tragado un ancla en lugar de una suntuosa comida....